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Mostrando entradas de marzo, 2016

Bienvenido al gran bingo de la hectáreas

El  juego por hacerse con las grandes extensiones de terrenos fértiles ya ha comenzado. Grandes compañías, bancos, fondos de pensiones y otros grandes depósitos de billetes están comprando largas extensiones de terreno desde Birmanía hasta Etiopía, pasando por América latina. En un mundo, cada vez más copado, que alcanzará las 11.200 millones de personas (para 2100), las tierras de cultivo se han convertido en un recurso clave. Y su dominio, en una gran fuente de poder.   Desde la gran crisis del maíz de 2007 (donde su precio se duplicó en un par de meses), los grandes fondos están buscando controlar las fuentes del mercado alimentario, y asegurarse su pico en cada parte del proceso. El cronómetro ya está en marcha: hay 1.400 millones de hectáreas (estimadas) fértiles en todo el mundo. Es un mercado explosivo. Ya para el año que viene, se espera que el precio del trigo y de la cebada aumenten un 50%, y que se duplique el del girasol. 

El petrolazo acaba saliendo caro

Nadie, que crea que la evolución existe, podría negar que el uso energético del petróleo y sus derivados es la principal causa del cambio climático. Un proceso que inevitablemente acabará haciendo inviable la vida en este planeta. Lo que no todos sabemos es que ahora es la base de la economía mundial, y que un cambio en su precio puede poner en jaque al sistema financiero global en cuestión de días. Toda una paradoja la del crudo : medio de vida y agente de destrucción masivo. El OIL , como se le conoce en la jerga de los mercados, es el auténtico esqueleto de la arquitectura financiera que a día de hoy rige nuestra vida. Pero, ¿cómo es posible que todo pueda venirse a bajo por el descenso de su precio? La clave es sencilla: la economía mundial está tan centrada en el fuel, que el pulso de su precio es el tempo que marca la vida del sistema económico mundial. Desde, principios del 2016 su precio se ha desplomado, y las repercusiones mundiales han sido tremendas.