Muchos turistas llegan a los bosques tropicales de la Amazonia con la esperanza de contemplar y capturar algunas instantáneas de la fauna local. Después de todo, es la mayor reserva de biosfera del mundo. Su sorpresa llega cuando ponen un pie en la selva y los animales ya están a 4 kilómetros. Y la tarjeta de la cámara vacía. Para ellos, ha nacido una turbia industria: la de zoológicos y pseudo-ecoparques donde flashear a gusto.
Blog sobre el Cambio Climático y las consecuencias del calentamiento global.