La civilización actual verá comprometida su estabilidad por nuevas y viejas amenazas durante los primeros compases del siglo XXI
La humanidad tendrá que hacer frente a peligrosos retos durante los albores de este nuevo milenio. Algunos, ya son viejos conocidos para nosotros: el calentamiento global, la desertización o el regreso del concepto de espacio vital, son algunos de las encrucijadas por las que la civilización pasó y volverá a hacerlo en este nuevo siglo. Otros males, sin embargo, son de nuevo cuño. Amenazas nunca vistas por el hombre, cuyo desenlace marcará la historia evolutiva de nuestra especie.
1. Las guerras del agua
El agua brota como la mayor controversia geopolítica del siglo XXI. La instalación de bases militares cerca de los más grandes yacimientos acuíferos ya es una señal de alarma.Según un informe de las Naciones Unidas, la crisis mundial del agua cobrará, en los próximos años, proporciones sin precedentes y aumentará la creciente penuria de muchos países en desarrollo. El documento señala que los recursos hídricos disminuirán continuamente a causa del crecimiento de la población, de la contaminación y del previsible cambio climático.
"Ninguna región del mundo podrá evitar las repercusiones de esta crisis que afecta a todos los aspectos de vida, desde la salud de los niños hasta la capacidad de las naciones para alimentar a sus ciudadanos", ha subrayado el director general de la UNESCO, Koichiro Matsuura. "Los abastecimientos de agua disminuyen, mientras que la demanda crece a un ritmo pasmoso e insostenible. Se prevé que en los próximos 20 años, el promedio mundial de abastecimiento de agua por habitante disminuirá en un tercio"."Los más afectados siguen siendo los pobres, ya que el 50% de la población de los países en desarrollo está expuesta al peligro que representan las fuentes de agua contaminadas".
El estudio señala también que en los últimos 50 años el consumo de agua se duplicó. Los niños nacidos en países desarrollados consumen entre 30 y 50 veces más agua que los nacidos en países en desarrollo. Entre tanto, la calidad del agua sigue empeorando.
2. El regreso del concepto de ‘espacio vital’
Sí. ¿No te lo crees verdad? Vuelve el escalofriante concepto de Lebensraum o espacio vital, que tan tristemente famoso pusieron esos escalofriante teutones del siglo pasado: los nazis.La tierra cultivable en nuestro pequeño planeta azul es finita y la combinación entre aumento de la población, desertización – a consecuencia del cambio climático– y aumento de la población, proyecta que en el hemisferio sur – y ardiente de calor– los conflictos por la supervivencia se van a trasladar al control de la tierra cultivable. En este contexto, no es extraño predecir que las luchas regionales por las tierras ‘verdes’ y las zonas aptas para convertirse en graneros de la población serán uno de los principales focos de conflicto de la sociedad del mañana.
3.La desertización
Sol y calor, sin tregua. La sequía y su prima hermana, la desertización, amenazan los medios de subsistencia de más de 1.200 millones de personas en todo el mundo, que dependen de la tierra para satisfacer la mayoría de sus necesidades. Estos fatales efectos atmosféricos menoscaban, ya, la productividad de la tierra y la salud y prosperidad en más de 110 países.La tercera parte de la superficie terrestre está amenazada por la desertificación, incluidos los países del Mediterráneo.
4.Cambio Climático
Cambio climático. ¿Qué es eso? Para mí que ni existe: “Inventos de los hippiosos y los fumadores de hierba”. Pues, no querido votante del PP. El cambio climático es tan tangible como un billete de 500 pavos: no lo ves nunca, pero sabes que anda por ahí. La temperatura anual en Europa se ha incrementado entre los 0,3 y los 0,6 grados centígrados desde 1900. La década de los 90 ha sido la más calurosa del siglo XX, el nivel del mar ha crecido entre 10 y 25 cm. en los últimos 100 años y se ha reducido la superficie de los hielos continentales y oceánicos durante el pasado siglo. Son cambios evidentes y la mayoría de las causas pueden atribuirse a la emisión de los gases de efectos invernadores y aerosoles por la actividad humana.
Extraído de: http://www.lacerca.com/noticias/medio_ambiente/la_el_cambio_climatico-40682-1.html
5. ¡Se acabaron los animalitos!
5. ¡Se acabaron los animalitos!
¿Te
cae bien la ballena Jimmy?¿Sí? Pues ya puedes irte olvidando de ella y
de numerosas especies. Se calcula, por ejemplo, que la mayoría de peces
habrán desparecido dentro de 30 años, si no se hace nada por evitarlo –
si crees que exagero cógete unas gafas y ponte a bucear por el
Mediterráneo, ya verás que risa–. De momento, tres cuartas partes de los
stocks pesqueros mundiales están totalmente explotados, sobreexplotados
o agotados; el 88% de los stocks en aguas comunitarias están
sobreexplotados y la abundancia de las poblaciones de grandes predadores
como el bacalao, el atún y el pez espada ha disminuido un 90%.
6.Universalidad cultural
Los instantáneos – y estrechos- vínculos digitales y los medios de comunicación van dirigiendo cada día más, hacia una identidad planetaria común, erosionando de manera evidente las culturas minoritarias y las identidades nacionales. Un proceso interesante y necesario, pero complicado, en gran parte, por los intereses corporativos de crear una cultura global, basada en el consumo, que para nada es la cultura global que molaría tener.
7.Realidad virtual
El progresivo desplazamiento del espacio público al código binario puede generar todo tipo de variantes sociológicas problemáticas entre los que se encontrarán, sí o sí, escenarios vitales virtuales con los problemas de deshumanización y falta de conexión que esto implica.
8-Nuestra propia estupidez
No dejes de tener en cuenta que la causa de todos estos marrones en el futuro, es la factura de nuestros propios actos y nuestra propia estupidez. Si bien nadie tiene la culpa de manera directa, todos tenemos un grado de complicidad en este marrón. Nuestra apatía en el terreno político – yo soy el primero- y el pasotismo de la mayoría, nos ha dejado en manos de una clase política chusquera y corrupta, capaz de cualquier villanía. En el futuro, si queremos seguir viviendo prolificamente en este planeta, tendremos que implicarnos todos en la conservación del medio ambiente y en el control de las élites políticas, sino la Tierra acabará esquilmada en pocos siglos.
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