La antigua ciudad inca esconde un último
secreto: su camino menos conocido. Un sorprendente y emocionante viaje a través
de glaciares, ríos y junglas; con el acompañamiento de animales exóticos,
bellíssimas plantas, conductores kamikaze e increíbles paisajes. Que premiarán
al viajero que recorra el trayecto más precario desde la ciudad de Cuzco. Pero,
que también le ahorrarán los 140 dólares que valen los pasajes de tren desde la
capital del antiguo imperio mesoamericano.
La urbe aterrazada del antiguo imperio inca era
inaccesible por naturaleza. Para llegar hasta ella, había que superar
elevadíssimos pasos que superan los 4.000 metros, adentrarse en áreas de
jungla, y realizar escarpadas subidas. Pero, la mano del hombre construyó a
pico y pala, una vía del tren que te deja a sus puertas. Ahora, escapamos de lo
convencional para mostrarte un recorrido único. Que te cortará la respiración
en muchos momentos y que te acojonará en algunos otros.
Advertencia: pueden dejarle moribundo en el
asiento
Estas palabras marcan el inicio de la ruta
alternativa en solitario (y poco empleada) desde la antigua capital del imperio,
Cuzco, hasta la antaño ciudad perdida del Machu Pichu. Se encuentran en una
pequeñita terminal de buses cuzqueña. Y previenen al viajero: hay bandas que
ofrecen bebidas con peligrosas drogas psicotrópicas para dejarle moribundo y
robarle hasta el último penique. Parece un comentario gracioso, hasta que ves
llegar a vendedores ambulantes con todo tipo de productos.
Una capilla 'on fire' a 4.230 metros
Llegará un momento de tu viaje donde solo verás
jirones de niebla. Y allí, en la soledad más espectral aparecerán las luces de
la capilla del Alto de Málaga. Se trata de una pequeña iglesia iluminada por
cientos de velas, en la soledad de un páramo apocalíptico. Sirve para dar valor
a los viajeros que atraviesan este paso, de más de 4.000 metros, que conecta el
Valle Sagrado y las selvas de Quillabamba. Y que reposa cerca de los glaciares
del imponente pico Verónica (5710 mts).
La capilla se ubica a los pies de los glaciares del portentoso Verónica (5710mts)
Combi suicida al derrape en los Andes
Tras recorrer el cuerpo infinito de una
serpiente montañosa durante horas, llegarías al pueblecito de Santa María.
Donde acabará por conocer a uno de los transportes más kamikazes del
continente: las llamadas 'combi suicidas'. Así llaman algunos a estas
furgonetas que se abalanzan por las pistas de tierra de los Andes, haciendo un
arte del derrapaje entre acantilados. Y que parecen recobrar renovado brío
cuando topan con pequeñas cataratas que inundan partes de su recorrido.
La combi suicida sobrepasa la adrenalina vivida en cualquier 'túnel del terror'.
La montaña rusa peruana
Una
vez que te internes en los territorios de
sierras y junglas que preceden al Machu Pichu, podrás probar la montaña
rusa peruana. Un pequeño montacargas de 1m cuadrado que se utiliza para salvar
las distancias entre montañas. Su principal añadido es que tiene dos opciones:
subida y bajada. A saber cuál es peor: la velocidad vertiginosa de la bajada. O
el eterno estirado de poleas a gran altura para realizar la subida (mientras
recuerdas que tienes vértigo y, sí, te apuras un bastante).
Las termas de Cocalmayo
Después de estas pequeñas aventuras, puedes ir
a relajarte a las termas de Cocalmayo. Están situadas en el pueblecito de Santa
Teresa, y forman un conjunto, sumamente relajante, de 3 piscinas con diferentes
temperaturas. Son famosas por sus increíbles vistas a grandes barrancos
recubiertos de vegetación y montañas selváticas, que se pierden en el
horizonte. Así, como por su increíble magnetismo hacia los españoles, que
pueden quedar absorbidos por sus aguas durante días.
Tras atravesar imponentes picos y junglas, se llega a una zona de tranquila sierra.
Las vías del tren al Machu Pichu
Una vez que empieces la ascensión al área del
Machu Pichu, tendrás que seguir el recorrido de las vías del tren. Te ahorrarás
los casi 50 dólares del trayecto en tren (desde el principio del parque) y te
adentrarás en un paisaje que digno de Jurasic Park. Mientras avanzas por
el selvático fondo de la separación entre dos grandes fallas tectónicas (y
esperas ver llegar a un Terodáctilo), podrás dejar que tu mente se disgregue
entre bancos de aves tropicales y mariposas de aspecto antediluviano.
La ascensión al Machu Pichu te regala momentos tallados en las primeras edades.
Los jardines de Mandor
Por el camino, encontrarás sorpresas variadas.
Una de ellas serán los jardines de Mandor: un complejo jardín botánico que
aprovecha la parte más selvática del parque para regalar un paisaje tallado en
jungla, selva y roca. Caminando bajo la canopia selvática, saldrán a tu
encuentro pajarracos de colores fluorescentes y plantas de tamaños
prehistóricos. Aunque, no son rival para la sorpresa final: una cascada
portentosa que te regala, cómodamente, toneladas de agua helada.
Los jardínes de Mandor son una enciclopedia de biodiversidad, y un lugar hermossíssimo.
Los jardínes de Mandor son una enciclopedia de biodiversidad, y un lugar hermossíssimo.
El centro de reinserción de mariposas
A escasos de Aguas Calientes (punto de subida
al Machu Pichu) está uno de los lugares más interesantes del recorrido: el
centro de reinserción de mariposas. Al entrar en una de las carpas, emergen un
centenar de color batientes que parecen trastocar el cromatismo de la realidad.
Son la cara interna de decenas de mariposas, que (maravillas del camuflaje
selvático) parecen invisibles hasta que empiezan a batir sus alas. Y
transforman el verde de la selva en un pequeño tifón de color.
La super sigilosa mariposa buho: totalmente adaptada hasta que abre sus alas azul eléctrico.
Extraña formaciones megalíticas pueblan rincones poco accesibles de la zona.
La super sigilosa mariposa buho: totalmente adaptada hasta que abre sus alas azul eléctrico.
Los detectives de lugares sagrados
Parejo
a tu viaje solitario por esta ruta alternativa, podrás conocer grupos de
viajeros interesados en las energías de la Tierra y sus lugares clave. Al igual
que pasa en los Himalayas, los Andes es un gran contenedor de minerales
transductores, que influyen considerablemente en nuestro sistema nervioso.
Muchos de estos sabuesos de los grandes Chakras de la Tierra, peregrinan por el
camino. Y algunos pueden ayudarte a conocer los minerales y gemas que te
asaltarán a pie de ruta.
Extraña formaciones megalíticas pueblan rincones poco accesibles de la zona.
Las esquivas bestias de la montaña
Es muy difícil dar con un animal en el camino.
Con suerte, podrás ver águilas volando cerca del río y grandes roedores
llamados cuis. Complicadíssimo, es encontrarse pumas y cóndores (su
hábitat está en los cercanos picos nevados). Sin embargo, sí que se puede
divisar al casi extinto oso de anteojos (si coincide con sus migraciones). Ah,
y aunque nadie te lo comente, hay alacranes. Pero no son mortalmente
peligrosos, como algún gracioso taxista pueda decirte para ganarse una carrera.
Una madre de oso de anteojos juega con su cría. Vía El Correo.
Una madre de oso de anteojos juega con su cría. Vía El Correo.
fantástica aventura!
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