Onda terráquea

Okja (la transgresora cinta de Bong Joon-Ho) nos invita a apagar las luces y sumergirnos en un viaje a través de brumosos bosques coreanos, futuristas urbes asiáticas y coloridos laberintos corporativos. Lo hace, metiéndonos en un futuro que parece tan real como fantástico, donde los elementos de fantasía se alían con a realidad para hacer más fuerte el mensaje. Estamos abusando de los animales. Bong nos lanza una pregunta: ¿Nos pesan más como compañeros o como carne de frigo? La magia y la imaginación asiática se cuela entre los pistones de la eficiencia occidental.   La poesía llega a través de los ojos de la protagonista, Mija, (interpretada por Seo-Hyun Ahn). Durante sus idílica infancia, esta pequeña es la cuidadora de Okja: un ser a medio camino entre un cerdo gigante y un encantador personaje fantástico, que vive con ella y con su abuelo. En realidad, es un animal diseñado genéticamente por la surrealistamente oscura Mirando Corporation. Una multinacional cárni...

Para el 2050, el 66% de la población mundial vivirá en grandes ciudades. Tremendas megalópolis que habrán engullido toda la periferia de su alrededor, convirtiendo su inmenso brazo en un hangar que reunirá a gran parte de la humanidad. Sin embargo a nosotros urbanitas llenos de vigor y energía, las ciudades del mañana nos retarán de sorprendentes maneras que solo podemos llegar a vislumbrar. Ciudades voladoras que reciclarán el aire y lo convertirán en combustible, objetos inteligentes que se comunicarán entre ellos para hacerte la vida más fácil o templos del placer robóticos serán cosas que nuestras pupilas probablemente vean.

Imagínate un mundo paralelo donde los animales fueran especies dominantes y ellos nos tratarán como nosotros les tratamos a ellos. Parece bastante terrorífico, no? Ese es el tema de una serie de ilustraciones, recopiladas por BoredPanda , que te harán ver de qué manera tratamos a los animales. Da que pensar. Seres humanos alimentados mediante perturbadores resortes mecanismos artificiales, cambios de perspectiva en los que el humano es poco más que un maltratado esclavo... Sin duda alguna, un ejercicio de perspectivismo destinado a sacudirnos de encima muchos de los nefastos hábitos que solemos tener en nuestra relación con los animales.

Las luces se apagan y todo el mundo que conociste queda condenado a vivir bajo las pesadas cenizas de un invierno nuclear. El calor aumenta por el efecto invernadero que se produce, pero no volverás a ver el sol durante mucho tiempo: las cenizas tapan toda la bóveda celeste. Si conseguiste escapar al efecto de las bombas, prepárate para tener que vivir en un mundo postapocalíptico donde nada volverá a ser igual. Bienvenido a un mundo digno del Martillo de Lucifer.