Seis
científicos y diplomáticos de renombre han publicado una carta
urgiendo a gobiernos y empresas a modular su comportamiento “antes
de que sea demasiado tarde”. En su comunicado, resaltan que un
planeta devastado por el cambio climático puede parecer fruto de un
futuro distante. Pero, dejan claro que “la Tierra ya está
experimentando los efectos hoy”. Las consecuencias del calentamiento global ya incluyen un aumento
del 50% de los océanos en las últimas dos décadas. O los tres años
más calientes de la historia de la humanidad. Todo, según la carta,
se debe al aumento de 1º grado de la temperatura global a causa de
la acción del hombre. El panorama da miedo: ecosistemas
enteros colapsándose, arrecifes enteros muriendo a causa del estrés
y glaciares fundiéndose a todo ritmo.
Y es que los seis
sabios de esta misiva, entre los que se encuentra la jefa de
medioambiente de las Naciones Unidas, Christiana Figueras, o el
prestigioso oceanografo alemán Stefan Rahmstorf, advierten a quema
ropa de que ''es nuestra última oportunidad''. Es para pensárselo.
Su carta contiene un presupuesto de cuántas toneladas de Co2
podemos emitir antes de que el cambio en la temperatura del planeta
sea imparable. No es mucho tiempo. Si no reducimos las emisiones en
los próximos tres años, la gráfica del cambio climático no dejará
de subir hasta que seamos polvo.
Punto
de no retorno, final del camino
Esta
carta (que más bien es un estudio) muestra una gráfica de cuántas
gigatoneladas de dióxido de carbono podemos lanzar a la atmósfera
antes de que la temperatura suba de 1.5 a 2º (lo que sería fatal).
Así, vemos que si empezamos a descender seriamente YA podríamos
aguantar hasta medidados de 2045. Si seguimos creciendo hasta dentro
de tres años, rozaremos el punto de no-retorno en 2050. El estudio
pretende mostrar un esquema de reducción de las emisiones acompasado
con la economía para que la ausencia de elementos que producen Co2
no sea catastrófico para la economía global.
La parabola del gráfico muestra el descenso paulatino en el eje tiempo/final del presupuesto.
Nuestro
presupuesto es de 600 gigatoneladas de Co2. Una vez pasada esa
barrera (en los próximos años), comenzará una escalada de la
temperatura que llevará a un fallo 'multiorgánico' del planeta.
Nuestra orbe se asaría. Sin embargo, el estudio no está extento de
buenas noticias: en los últimos tres años, las emisiones de Co2 se
han mantenido prácticamente estables. Planas. La Agencia
Internacional de la Energia (IEA) ha pronosticado que, para 2020, de
un 26 a un 27% de los recursos energéticos podrían provenir de
energías renovables.
6
pasos para evitar el desastre
Carbontraker (“rastreadores de carbón”), un grupo de analistas de la
prestigiosa universidad estadounidense de Yale, lanza una mano con 6
cartas para evitar que nos pasemos del presupuesto de Co2. La primera
de ellas: las energías renovables tendrán que proporcionar el 30%
de la energía global para 2020. La segunda: las ciudades se tienen
que 'descarbonizar'. Más transporte público y bicicleta; y menos
coches. Tercera: reducir un 12% la deforestación para sumar el apoyo
reciclador de las grandes masas forestales.
Descarbonizar la economía global requerirá grandes granjas solares como esta de Nevada.
Cuarta: un descenso del 20% en los gases contaminantes de aviones y vehículos pesados. Así como, una mayor eficiencia de los automóviles convencionales. Una medida, que debería ir acompañada por un aumento del 1% en el mercado de los eléctricos. El estudio también pone en relieve que las industrias con uso extensivo del carbón como la metalúrgica deberían acompasar su ritmo a los objetivos de disminución de emisiones.
Y por último, el mundo de los bussines debería poner 1 trillón de dólares para la lucha contra el cambio climático. Casi ná.
Descarbonizando que es gerundio:
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