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"Será como muchas luces apagándose a la vez"

Puede que los niños que nazcan hoy sean la última generación en ver los arrecifes de coral en su plena gloria, de acuerdo con David Obura, el biologo marino que está cordinando los esfuerzos para monitorizar la desaparición de uno de los más coloridos e increíbles ecosistemas del mundo. “Será como muchas luces apagándose a la vez”, explicó a The Guardian. “No pasará de manera inmediata, pero será una muerte por 1.000 golpes”. Y añade: “Entre ahora y la subida de los dos grados celsius, veremos una gran cantidad de arrecifes de coral desapareciendo del mapa”. El calentamiento global y la acidificación de los océanos han dañado seriamente ya entre un 16 y un 33% de todos los corales de aguas calientes del mundo. 



Los que quedan, sin embargo, son extremadamente sensibles contra el aumento de la temperatura. Aunque, esta sea solo de un grado, apuntó Obura, director del grupo de especialistas del Coral en el encuentro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza en Sharm El Shikh, (Egipto) durante este año. Lo apasionante sobre estos organismos multicelulares es estos grandes organismos llevan en el planeta durante 5 millones de años. Los corales de hoy tienen una historia que se remonta de 25 a 50 millones de años atrás y que han sobrevivido a colisiones tectónicas, como la de África con Europa y de India con Asia. 

Y sin embargo no verán el mañana
A pesar de que los arrecifes llevan con nosotros desde la época jurásica, tienen los días contados. Al ritmo actual, solo les quedan unas pocas décadas. Los científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático avisan: “Si la temperatura aumenta 2º en el planeta; lo que probablemente ocurrirá en los próximos 50 años, el 99% de los corales desaparecerá”.  Algo más de 800 especies de coral han sido declarados extintos ya, pero a medida que las grandes estructuras coralinas sigan existiendo hay una pequeña posibilidad de salvar las grandes estructuras restantes del planeta.


      Los arrecifes son como ciudades submarinas que dan vida al 25% de las criaturas marinas.

De acuerdo con Vince Cinches, director de la campaña de Greenpeace para el sudeste de Asia, “es una calamidad que vemos cada día en el triángulo de coral en Asia”. Y va más allá: “Es una tragedía porque esta zona de las Filipinas es una de las áreas más resistentes al CC del mundo”.  La cosa pinta muy mal. En pocas décadas podríamos ver como los arrecifes de coral desaparecen de los mares; y es una gran tragedía por que sus formaciones son como grandes megaciudades donde vive hasta el 25% de las especies marinas. Durante los últimos años, ha aparecido un fenómeno en los arrecifes conocido como "blanqueamiento"; muchos corales se han vuelto completamente blancos, perdiendo todo el color que los caracterizaba; como si la 'muerte blanca' los hubiera cogido por sorpresa. 

The ‘White dead’ avanza inexorablemente
La llamada muerte ‘blanca’ acecha a los corales de medio mundo. Cuando los corales están estresados por un cambio en sus condiciones de vida tales como la temperatura, la luz o los nutrientes, expulsan una alga simbiótica que vive en sus tejidos, dejándolos totalmente blancos e inertes. Las algas les proporcionan nutrientes como el nitrógeno que utilizarán los pólipos en la coloración de estos grande edificios submarinos. La disolución de esta pequeña sociedad al más puro estilo “poli bueno, poli malo” provoca que los arrecifes no puedan obtener ‘comida’ por lo que mueren.

            
   
        El blanqueamiento de los corales provoca la muerte de las megaciudades que son los arrecifes.

En el gran puzzle de la vida en el planeta Tierra, los corales actúan como refugío de vida para las especies, sí; pero también como defensas de las playas ante la erosión y el oleaje. Los arrecifes ayudan a capturar el dióxido de carbono (Co2) de la atmósfera y lo fijan en sus esqueletos. Asímismo, gracias a su estructura, favorecen la generación de cientos de organismos marinos y a la par son fuente de alimento por lo que su existencia es esencial para la formación de redes alimentarias. El equilibrio del mundo marino está intímamente ligado a su supervivencia, pero si no cambiamos de hábitos desaparecerán de la faz de la tierra durante este siglo. 

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