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“El Amazonas será el alma económica de Brasil”

El Amazonas será el alma económica de Brasil”, ese es el eslogan de un mitin político en el corazón del estado de Pará donde para nada se tienen en cuenta los incendios todavía activos en la Amazonía. Y es que el discurso del Partido Social Liberal (el de Bolsonaro) sigue empeñado en convertir el pulmón del planeta en su eje de desarrolloeconómico. Ahora, un mini reportaje del New York Times bautizado con el nombre de Conoce a los rancheros que reclaman el Amazonas suyo para quemarlo nos abre una ventana a cómo el mundo de la agro-ganadería está viviendo los incendios de la Amazonía. 

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Este corto del NY Times nos muestra la cara de un Brasil sin leyes donde políticos y rancheros van de la mano y comenten actos delictivos. Un país carioca donde 30 activistas medioambientales han sido asesinados durante el último año y donde los bomberos apenas tienen los medios para trabajar. Un dato interesante que nos sorprende es descubrir que desaparece el equivalente a un campo de fútbol de selva cada hora que pasa. Hablamos del que a día de hoy es uno de los principales sumideros de Co2 del planeta y de cuya supervivencia dependemos todos para mantener nuestro estilo de vida.

Esa encrucijada llamada selva
Tiempos difíciles se proyectan en una Amazonía atrapada entre las ganas que tienen de entrarle a sus exuberantes recursos naturales y la necesidad que tenemos de preservar uno de los principales sumideros de Co2 del planeta. No es fácil y las políticas expansionistas de Jairo Bolsonaro muestran la profunda factura de la sociedad brasileña. Después de un giro hacia las políticas conservacionistas a mediados de los 80, llega un nuevo período de expansión de los llamados ‘colonos’. Son, en esencia, comitivas de exploradores que llegaron desde las grandes urbes en los 80 para explotar la  selva.



        El Amazonas tiene un valor muy elevado en cómo se estructura la vida en nuestro planeta.   

Hay un momento brutal del vídeo del Times donde se habla de un día llamado “queimada”; lo que podría traducirse como “día del fuego”. Se explica como en ese particular día se incineran los rastrojos de materia vegetal para limpiar los pastos de malas hierbas. Pero, también se da a entender que se está utilizando ese día para “arrebatar terrenos a la selva a gran escala” de una manera que parece impune y, sobre todo, muy peligrosa. Y mientras tanto la selva decrece cada día. 

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Más hojas quemadas de la gran selva amazónica: 
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