Un río del Ártico ruso se tiñe de rojo sangre

Rusia ha declarado el estado de emergencia después de que un derrame masivo de diésel hiciera que dos ríos en la región de la ciudad siberiana de Norilsk se tiñeran de rojo. El presidente del país eslavo, Vladimir Putin, ha declarado el estado de emergencia en la región después de que una planta refinadora de paladio vertiera 20.000 litros de combustible al torrente hidrico transformando el agua  de los ríos a un color rojizo.

El antiguo miembro del KGB y presidente desde hace dos décadas del país soviético, Vladimir Putin, ha declarado el estado de emergencia en la región. La planta era propiedad de Norislk Nickel (el mayor productor mundial de nickel y paladio). Los ríos afectados, el Abarnaya y el Daldykan, ha sufrido un colapso ecológico sin precedentes y se calcula que sus aguas rebasan hasta mil veces los niveles de contaminación permitidos. Por su parte, la compañía responsable aseguró que el vertido se debe al deshielo del permafrost sobre el que se aposentaban los tanques, que al deshacerse permitió la caída de uno de ellos y la posterior fuga de diésel. 

Parece una película de terror

Como si de una película de terror se tratase, así han quedado uno de los principales ríos de la Siberia rusa. La fría Norislk ya había estado tradicionalmente entre una de las ciudades rusas más contaminadas de Europa, pero ahora la estampa da miedo. Y es que el río que atraviesa la ciudad está completamente rojo como si saliera del averno. La planta de donde partió el desastre es propiedad de Nislk Nickel “el mayor productor mundial de paladio, y uno de los mayores de nickel y platino”, según su web. Y es que el ´Ártico se está convirtiendo en una fuente de problemas a medida que el permafrost se deshiela.

          La coloración rojiza de este río es perceptible desde el mismo espacio exterior. 

Curiosamente, el copropietario de esta energética rusa es Roman Abramóvich; el flamante presidente del Chelsea F.C. La abundancia de este escaso material en las costas de Siberia ha producido un boom de las materias primas en los territorios árticos que ponen en jaque la integridad ecológica del Polo Norte. Grupos ecologistas como Greenpeace o World Wild Life Fundation afirman  que aprovechar el deshielo del Ártico para fines mineros es tan imprevisible como peligroso.

Misterioso río siberiano se tiñe de rojo

La Nasa ya venía advirtiendo desde 2017 de que la ciudad minera de Norislk tenía un índices de dióxido de sulfuro en aire más altos del hemisferio norte. Sin embargo, esta vez han sido los representantes de los pueblos Indígenas de la península de Taimir quienes han dado la voz de alerta sobre la situación que están sufriendo sus territorios en Norislk (provincia de Krasnoyarsk, entre el mar de Kara y el océano Ártico). A pesar de las evidencias científicas, la compañía minera Noris Nickel asegura que el color del río es “normal” y que “no hay problemas”.

              Las imágenes del rios rojos han descolocado a más de uno alrededor del mundo.

Sin embargo, V. Putin, no lo tiene nada claro y ha llamado a los dirigentes de Nornickel para que den explicaciones ante el parlamento ruso. Y es que el río afectado, el Daldykan, tiene una gran proximidad geográfica con el Ienesei, que es el quinto más grande del mundo, y que conecta Rusia con Mongolia y China.  No en vano, Norislk es la ciudad más contaminada en Rusia; la Nasa la ha etiquetado como una de los “puntos más calientes de contaminación mundial” donde hay unas “manchas de dióxido de sulfuro "que pueden verse desde el espacio".

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