Dos inconformistas que meditaron al límite en busca de respuestas El Budismo– que es casi siempre un culto férreamente estratificado y doctrinario– ha tenido, paradójicamente, en algunas de sus mayores figuras a transgresores e iconoclastas que se manejaron por caminos no convencionales. Como Milarepa que se inició en la magia negra antes de dejarlo todo e irse a una cueva de los Himalayas o Bodhidharma que se según la leyenda se cortó los párpados y se sentó delante de un muro durante nueve años. Milarepa (1052-1135) fue el primer tibetano en lograr la iluminación. Aunque la verdad, el tipo fue un auténtico rebelde del nirvana, empezó iniciándose en la magia negra para vengarse de los familiares que le habían arrancado a él y a su madre la herencia de su padre. Le dio por enviar una tormenta a su pueblo natal, que mató a bastante gente y destruyó las cosechas. Milarepa no debía ser tan mal tipo, porque decidió dejarlo todo y estudiar con Marpa “el traductor” con el
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