Greenpeace quiere matar al carbón. Quiere cepillarse a uno de los tres dioses de la maquinaria mundial (sus otros dos díscolos hermanos son el petróleo y le e. nuclear). Y está dispuesto a hacerlo a golpe de talonario; como si de repente se hubiera dado cuenta de que el dicho " Cash is King" es lo que, en realidad, tristemente mueve el mundo. El plan de la ONG británica es ir comprando centrales térmicas impulsadas por el carbón en todo el mundo y convertirlas en plantas impulsadas por renovables. Lo haría con sus afiliados, que se convertirían en accionistas potenciales de cada una de las diferentes estaciones.
Blog sobre el Cambio Climático y las consecuencias del calentamiento global.