Ecosia,
el buscador de Internet que convierte las búsquedas en árboles, ha querido tenerun detalle con la profesora Wangari Maathai, cuando se cumplen 9 años de su
muerte. La que fuera la primera mujer en ganar el Premio Nobel en África falleció
hace casi una década para su legado ambientalista pervive en su Kenia natal y en
todo África Oriental. “La mujer árbol”, como la llamaban en la Kenya colonial, será
recordada (sobre todo) por unir la ecología y el desarrollo sostenible con la democracia, los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres.
Wangari
nació en el seno de una familia muy humilde de la región keniata de Nyeri. De joven, consiguió algo un hito complejo dado sus humildes orígenes: una beca
para estudiar en Estados Unidos. Durante aquellos años de aprendizaje, enseñanza
y búsqueda cuando Wangari comenzó a brillar en el movimiento en pro de los
derechos de las mujeres. Paralelamente, fue germinando su activismo ecologista;
algo que le llevaría a desarrollar a materializar el Gran Cinturón Verde.
Una organización que empodera mujeres de Centroáfrica a través de la plantación
de árboles.
Cuando todo está conectado
El
genial buscador independiente Ecosia, ha querido dedicarle un post en su páginaa Maathi en el día que se cumplen 11 años de su muerte. Según las palabras de
este medio alemán, “la labor de Wangari nos inspiró para realizar este proyecto”.
Y no es para menos, Maathai creó el movimiento del cinturón verde; una iniciativa
para para el avance del desierto del Sahara en tierras centro africanas, a la
vez que se empoderaba a las mujeres. Con la sequía, cada vez tenían más
problemas para encontrar agua para sus cultivos. Algo que paradójicamente, como
descubrió ella, podía arreglarse con árboles.
Porque,
aunque suene extraño, Wangari fue la primera mujer de África oriental enobtener un doctorado. Aquello, sucedió en 2004; cuando la líder por los
derechos humanos y ecologistas ya había creado, hace más de 30 años, un
proyecto que empoderaba a las mujeres de la etnia Kikuyu y a otras muchas de
las tribus cercanas. Wangari Maathai fue una humanitaria que luchó por romper
el círculo de pobreza en el que se veían inmersas muchas familias keniatas bajo
el régimen colonialista británico.
Un legado que será para siempre
A
día de hoy, el movimiento del cinturón verde ha plantado casi 45 millones de
árboles alrededor de Kenya para combatir la deforestación del suelo y
generar nuevas vías de ingreso para las mujeres y sus familias. “El suelo no
cumplía sus funciones. Aquello no sucedía cuando era pequeña”, explicaba
Maathari. “Antes había mucha hierba y contenía nutrientes”, explicaba la laureada
bióloga; para quien la falta de recursos nunca fue obstáculo para llevar a cabo
sus sueños. Ahora, Ecosia está colaborando con su legado para hacer frente a la
deforestación que asola el continente africano.
En
los inicios del siglo XXI, llegó su mayor proyección medioambiental; el Premio
Nobel de la Paz por “su contribución al desarrollo sostenible, a la democracia
y a la paz”. Fue la primera mujer africana y la primera ambientalista que
consiguió dicho galardón. Según el Comité Nobel, “la paz en la Tierra depende
de nuestra capacidad para asegurar el medio ambiente, y Wangari Muta Maathai es
una exponente en la lucha por lograr ese objetivo. Ahora, 11 años después de su
muerte no son pocos quienes la recuerdan como la madre de los árboles en África.
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