Si tu mente despega cada vez que ves
salvajes cumbres nevadas. Si tu mente se eleva cada vez que ves las
banderillas de pregarias tibetanas. Si te encantan las montañas y su
belleza salvaje. Entonces, no puedes dejar de ver el documental Montañas,
narrado
con calida y amable voz de William Dafoe. Una
pieza extraordinaria que hará volar tu mente hasta las cumbres de
los Himalayas, de las Montañas Rocosas; y a decenas de picos más. Un viaje en toda regla donde una impecable narrativa a compañada de la orquesta de Sidney te hará volar hasta los picos más innacesibles del mundo.
La cámara de este documental parece tener vida propia y volar agarrando planos imposibles. El film rastrea implecablemente los inicios del alpinismo (en aquellos momentos, una nueva pasión marcada por lo ‘sublime’). Un deporte al alcance de muy pocos que pronto se convertiría en un deporte de masas. Y así como las ciudades se iban llenando con miles y millones de personas emigradas del ‘campo’, las montañas se convertían en un refugio para quienes querían volver a la naturaleza. Un refugio para quienes querían seguir disfrutando de los salvaje. Algunas de las imagenes son tan increibles que uno puede dejar de notar conscientemente su bella banda sonora ejecutada por la Orquesta Sinfónica de Sidney.
De la aclamada directora de Sherpa, Jennifer Peedom, nos llega una historia que corta la respiración. Con tomas mortales como las del escalador Alex Honnold, cientos de metros arriba del pico Sendero Luminoso (sin cuerda), realizando una escalada que te corta la respiración en trocitos como un machete. Para realizar este magnífico documental se han filmado más de 2.000 horas de largometraje en 15 países diferentes. El resultado final es un viaje encapsulado en 70 minutos de pura adrenalina; un tributo a aquellos que arriesgaron su vida para alcanzar las cumbres más altas del planeta.
Las imágenes son de una pureza y de un salvaje que arrebatan.
La cámara de este documental parece tener vida propia y volar agarrando planos imposibles. El film rastrea implecablemente los inicios del alpinismo (en aquellos momentos, una nueva pasión marcada por lo ‘sublime’). Un deporte al alcance de muy pocos que pronto se convertiría en un deporte de masas. Y así como las ciudades se iban llenando con miles y millones de personas emigradas del ‘campo’, las montañas se convertían en un refugio para quienes querían volver a la naturaleza. Un refugio para quienes querían seguir disfrutando de los salvaje. Algunas de las imagenes son tan increibles que uno puede dejar de notar conscientemente su bella banda sonora ejecutada por la Orquesta Sinfónica de Sidney.
De la aclamada directora de Sherpa, Jennifer Peedom, nos llega una historia que corta la respiración. Con tomas mortales como las del escalador Alex Honnold, cientos de metros arriba del pico Sendero Luminoso (sin cuerda), realizando una escalada que te corta la respiración en trocitos como un machete. Para realizar este magnífico documental se han filmado más de 2.000 horas de largometraje en 15 países diferentes. El resultado final es un viaje encapsulado en 70 minutos de pura adrenalina; un tributo a aquellos que arriesgaron su vida para alcanzar las cumbres más altas del planeta.
Las imágenes son de una pureza y de un salvaje que arrebatan.
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