Ir al contenido principal

El año en el que unas ranas ganaron a la megaminería

Sinceramente, 2020 ha sido un año de esos que merecen irse por la rendija del excusado sin tener la opción de volver a aparecer. Sin embargo, entre reediciones de virus asiáticos de brutales efectos y cataclismos medioambientales, hemos visto algunas otras cosas que llaman a la esperanza. Una de ellas, fue ésta: “las ranas le ganan una batalla judicial a la minería en Ecuador”. Así, informaba el portal de noticias Mongabay sobre la histórica victoria medioambiental que consiguieron estos anfibios en la amazonia ecuatoriana. Después de treinta años del comienzo del litigio, los habitantes de este refugio de la biodiversidad a las puertas de los Andes, verán como se conserva su legado ambiental.

   

“Las ranas lideraron la lucha”.  De esta manera, se refería el portal latinoamericano a la importante victoria jurídica que ha sucedido en Intag, un hotspot de la biodiversidad en pleno corazón de la Amazonía andina. En este extenso valle en la provincia de Imbabura, al norte de Ecuador, sus habitantes durante casi tres décadas se han enfrentado al Estado ecuatoriano para evitar la minería. Ahora décadas después del comienzo del litigio, las cortes han apoyado la conservación de su hogar. Se trata de una victoria importante para la conservación de uno de los puntos clave de la biodiversidad en los bosques tropicales de Ecuador.



Una lucha de casi treinta años

Tres décadas ha costado desencadenar un proceso, que empezó con la concesión de este refugio de la biodiversidad a una empresa japonesa (con nombre de villano de serie B) conocida como “Bishimetals”.  30 años desde que la bióloga Andrea Terán denunciara que las prospecciones mineras pondrían en peligro la supervivencia de la rica biosfera del lugar, pero en especial de de dos tipos de ranas al borde de la extinción: la del arlequín hocicudo (Atelopus longirostris) y nodriza confusa (Etopoglossus confussus), que están en la lista de péligro crítico de la UICN.

                    

              El valle de Íntag es uno de los lugares con mayor riqueza biológica de Ecuador.

Íntang es un valle espectacular en una región montañosa de los Andes al norte de Ecuador. Es, también, el hogar de multitud de especies en peligro crítico de extinción como el oso de anteojos, el tapir andino, el zamarrito pechinegro, el sapo andino o el mono araña. Todas estas especies estaban también en peligro por las explotaciones mineras que planeaban en la región y que ahora serán salvadas gracias a la decisión de los tribunales ecuatorianes de Cotacachi. El fallo es muy importante para la naturaleza, pero lo es en particular para los anfibios, sostienen expertos y habitantes de Íntag.

 

Un lugar privilegiado para la biodiversidad

Se trata de un valle espectacular en una región montañosa de los Andes al norte de Ecuador. Es, también, el hogar de multitud de especies en peligro crítico de extinción como el oso de anteojos, el tapir andino, el zamarrito pechinegro, el sapo andino o el mono araña. Todas estas especies estaban también en peligro por las explotaciones mineras que planeaban en la región y que ahora serán salvadas gracias a la decisión de los tribunales ecuatorianes de Cotacachi. El fallo es muy importante para la naturaleza, pero lo es en particular para los anfibios, sostienen expertos y habitantes de Íntag.


                     La biodiversidad es un factor clave para la supervivencia del planeta.

Cuidar la biodiversidad es de suma importancia, porque ella es esencial para la permanencia de la vida en la Tierra. La biodiversidad es el resultado de millones de años de evolución del planeta, que ha dado como resultado el desarrollo y supervivencia de numerosas especies, entre ellas la raza humana. La ONU avisade que una de cada cinco especies animales desaparecerá si las temperaturas globales suben has 2º desde el inicio de la Revolución Industrial. El objetivo a evitarcon la firma de los famosos Acuerdos de París que cinco años después, ni se cumplen ni parece que vayan a hacerlo en un corto plazo.

             ¡Si te gustado este artículo te pediríamos que nos siguieras en Facebook!


Escoge más de nuestras historias sobre minería: 

-El brutal viaje del oro Amazónico

-Un desierto de basura en medio del Amazonas

-El oro se dispara y el Amazonas lo sufre

-Orangután vs retroexcavadora: la dura lucha de los organgutanes en Borneo

Comentarios

Entradas populares de este blog

10 leyendas amazónicas para atisbar el corazón de la gran selva

La selva amazónica respira como un gigantesco ser vivo. Un cuerpo antiguo y primigenio cuyos secretos se enroscan en la noche de los tiempos y fluyen a través de sus arterias fluviales. El ser humano es solo un invitado en la gran partitura de su misterio; y su razón una rendija desde la que tan solo se pueden otear sus misterios. Un rugido que recorre la historia de la Amazonia al ritmo de leyendas y mitos tan increíbles como los mismos parajes que tallan la mayor selva del mundo.

¿Cómo nos venden las guerras?

Los estados crean marcos mentales para que la sociedad acepte guerras sin cuestionase los motivos que acabarán con la vida de centenares de personas Cada vez que un estado quiere iniciar o meterse en una guerra tiene que persuadir primero a su población . ¿Pero como lo hace? ¿Qué herramientas utilizan para convencer a la gente para que apoye – o participe – en un conflicto en el que probablemente mueran cientos o miles de personas?. Primero el estado que desee vender una guerra a su ciudadanos, tiene que convencerles de que es legítima; de que estamos en lo cierto; de que los de dentro son “ los buenos ” y los otros, los de fuera son los “malos”. Y, lo consigue, en gran medida, gracias a algunos medios de comunicación que, a menudo, y en contra de lo que debería ser su función, se convierten en el catalizador para los mensajes del gobierno, los grupos de presión, las élites financieras... Gran parte del flujo de información sobre el conflicto en ciernes intentará s

Comuna 13, donde el arte se convierte en el arma más poderosa

Una de las comunidades históricamente más peligrosa de Medellín y por ende del mundo entero, ha experimentado una brutal transformación como consecuencia de la entrada del arte social naturalista entre sus muros. En los años 80, la oscuridad del narcotráfico corrompió la ciudad y la Comuna 13 era el lugar ideal tanto como base de sus operaciones, como para esconder los restos, muchos de los cuales cadávares, que se desprendían de las mismas. Ahora, un grupo de jóvenes artistas están utilizando la naturaleza como arte para devolver la vida a un barrio diezmado por el conflicto armado y la pobreza.