El arquitecto japonés Shigeru Ban se ha convertido en una referencia
internacional gracias a su ejercicio de la arquitectura, basado en
materiales etéreos y reciclables como el papel o el cartón. Sus
creaciones parecen trazos de ligereza en un contexto lleno de
pesadumbre. Porque, la labor solidaria de Ban le ha llevado a
recorrer el mundo, diseñando refugios sostenibles, con calidades
reciclables, para las victimas de todo tipo de desastres. El
arquitecto japonés se ha convertido en una suerte de caballero
andante que recorre el mundo prestando sus diseños a los más
desfavorecidos.
Su arquitectura altruista alrededor del mundo comenzó en 1994:
horrorizado por el genocidio de los tutsis en Ruanda, decidió
proponer a la Organización de las Naciones Unidas unos refugios
hechos por él. La ONU le contrató entonces como consultor después
de que les propusiera construir refugios hechos con cilindros de
papel para albergar a los refugiados de este país centroafricano.
Veinte años después, recibiría el prestigioso galardón Pritzker
(el equivalente al Nobel en el campo de la arquitectura). Por su
“incansable trabajo”, trasladando las innovaciones
arquitectónicas a los más perjudicados.
Papiroflexia
nivel dios para cambiar el mundo
Una vez dentro del campo de la ayuda humanitaria, Shigeru Ban se
convirtió rápidamente en un referente por su manera de entender la
arquitectura. Tras el terremoto de 2009 en L'Aquila (Italia), creó
un auditorio reciclable para que los músicos de la orquesta local
pudieran seguir tocando. Ya había hecho algo similar; cuando creó
en 2008 aulas temporales para los afectados durante el terremoto de
Sichuan (China). Su obra se caracteriza por el uso de materiales no
convencionales como papel o plásticos. En su primera obra, El
árbol de papel, utilizó
grandes tubos de celulosa a modo de columnas.
“Después de convertirme en arquitecto, estaba muy decepcionado con
mi profesión. Porque, casi siempre estamos trabajando para gente
privilegiada con poder y dinero”. Así, explica Shigeru cual fue
una de sus principales motivaciones para dedicarse al mundo de la
ayuda humanitaria. Una vocación que le ha llevado a conquistar
premios tan importantes como el Pritzker en 2014 (el equivalente al
Nobel de la arquitectura) por su “incansable labor humanitaria”.
Ese mismo año, la prestigiosa revista Times lo
etiquetó como “uno de los personajes más influyentes del globo”.
20. 000 viviendas para refugiados en Kenia
Shigeru Ban sigue muy implicado en su labor humanitaria; ahora más
que nunca, tras firmar un acuerdo con ONU-Habitat (la agencia de
Naciones Unidas encargada de promover asentamientos humanos
sostenibles) para diseñar 20.000 nuevas viviendas en el campo de
refugiados de Kalobeyei en Kenia. En la actualidad, ya viven más de
37.000 en este refugio y se calcula que en un año lleguen más de
15.000 personas. Por lo tanto, el diseño sostenible de Shigeru,
basado en la arquitectura tradicional japonesa, servirá una vez más
para dar cobijo a quienes más lo necesitan.
Shigeru promueve un estilo de construcción que utiliza solo materiales sostenibles.
Para Shigeru, el cartón es un material ideal para la construcción:
“Es estable, muy barato, puede encontrarse en cualquier lugar y es
100% reciclable. Siguiendo la tradición japonesa, que busca mantener
el universo en armonía, Shigeru utiliza materiales naturales para
que el interior de la vivienda esté en armonía con el exterior. Un
ejemplo de su trabajo son las las elegantes casas que construyó en
1995 para los supervivientes de la ciudad de Kobe; compuestas de
tubos de cartón y techo de tela blanca, fueron construidas sobre
canastas de cerveza para facilitar su eventual desmantelamiento.
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