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¿Puede la civilización sobrevivir a la que se avecina?

Dentro de mil años, cuando una forma de vaga de humano-robot excave en las cenizas del siglo XXI e intente descubrir qué pasó con esos animales una vez llamado Homo sapiens, puede que se sienta confundido por esos seres que, hace muchos años, podían escribir canciones como “Imagine”, pero no podían prestar atención a los ecos de su propia destrucción. Una pregunta clave para los futuros historiadores del planeta: ¿Cómo de estúpidos eran esos seres humanos? ¿Por qué no antepusieron sus necesidades a cortoplazo ante la vida de todo un planeta?



Esto es lo que el nuevo reporte del Panel de la lucha contra el Cambio Climático  (el IPCC), el patrón oro de la ciencia climática, dice que tendríamos que hacer para mantener la temperatura global por debajo de 1.5º. Ese es el punto máximo a evitar si queremos conservar la Tierra. Más allá de eso, empezarán  a colapsar las selvas, los arrecifes de coral, las capas de hielo y los polos. El efecto será de miles de refugiados climáticos golpeando las puertas de los países que han conseguido escapar a la subida del nivel del mar, el empeoramiento de las catástrofes naturales y la falta de recursos.

Emsiones cero para 2050       
Para evitar llegar al target de 1.5 grados, las naciones tienen que cortar el carbón cuanto más rápido posible. Para ser más precisos, el mundo necesita emitir 0 Co2 para 2050. “Es como no estar escuchando la alarma antiincendios que está en el techo de la cocina”, asegura Erik Solheim, ejecutivo director del Programa Ambiental de las Naciones Unidas. ¿Está alguien escuchando a la alarma? ¿Alguien ve una estampida de operadores de fábrica acelerando la producción contra el Cambio Climático para salvar a la civilización?

  
          The correlation between the raising of Co2 and the temperature is quite clear.

Uno de los grandes nichos de mercado ahora mismo es toda esa transición energética. ¿Qué industrias utilizaremos para generar energía eléctrica? ¿Cómo dejaremos atrás todo el entramado internacional que financia la industria petrolera? ¿Seremos capaces de gastar menos energía a corto plazo para salvar la vida en el planeta? Todas esas preguntas son el telón de fondo de un drama que puede acabar con hasta las ¾ de la población del planeta.

La geoingenería puede ser la clave
La geoingenería (la modificación de la Tierra a través de la ingeniería) podría ser un método eficiente para reducir el dióxido de carbono de la atmósfera y los rayos solares que penetran en nuestro planeta. En los últimos años, han aparecido proyectos muy interesantes como los árboles artificiales que absorben dióxido de carbono o la tecnología que elimina los rayos del sol de la atmósfera. La base de estas idea sería cambiar las propierdades del planeta para que fuera menos dependiente de las cantidades de Co2 que almacena. 

             

           La geoingenería es una idea controvertida, pero que tiene muchas posibilidades.


Uno de los problemas que pretende solucionar la geoingenería es la absorción de calor por parte de las moléculas de dióxido de carbono. Los gases de efecto invernadero aumentan la temperatura en la Tierra por que, como el Co2 o el metano, atrapan los rayos solares y “almacenan” el calor. Eso provoca un aumento de temperatura en nuestro planeta. A mayor concentración de gases de efecto invernadero, mayor contaminación. Por eso, el comienzo de la Revolución Industrial está relacionado con el aumento de la temperatura en nuestro planeta. Ahora, muchos se plantean si la manera de salvar nuestro planeta no será contaminado menos, sino limpiando los desechos a medida que se producen.


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Más leña para el Delorean: 

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