Este pequeño reíno,
protegido por la cordillera de los Himalayas, tiene el honor de ser
el primer país del mundo con una tasa de carbono negativa. Lo
que significa que actualmente, absorbe más dióxido de
carbono del que produce. Con un balanza de 1.5 millones
de toneladas de Co2 liberadas a la atmósfera y de 6 millones
atrapadas, Bután se convierte en el primer y (único) país
sostenible del mundo. El logro de este pequeño país asiático no es
ninguna casualidad: con innovaciones como el Indice de Felicidad Nacional Bruta o el objetivo de cortar las emisiones de gases invernaderos para 2030, se está convertiendo en el país más puntero del mundo en sostenibilidad.
El logro de este pequeño país asiático no es casualidad: su constitución especifica que, por lo menos, el 60% de su extensión debe estar poblada con árboles. Y uno de sus principales objetivos es alimentarse 100% de comida orgánica para 2020. Las posibilidades de que lo cumplan son bastante altas, gracias a que es un país bastante pequeño. Pero, sin duda, su gran ventaja se encuentra en el gigantesco potencial hidroeléctrico con el que cuenta; ya que aprovecha la gigantesca fuerza de las riadas que bajan de los Himalayas.
Los árboles y el budismo: una historia que viene de lejos
La estrecha relación de los butaneses y la naturaleza viene derivada de su ferviente adoración del budismo y de su respeto por todas las formas de vidas. El gran aliado bhutanes para equilibrar la balanza de carbono son los árboles. Las grandes áreas forestales del país pueden absorber de sobras el millón y medio de toneladas de dióxido de carbono que genera el país. Suyo es el mérito de haberlos conservado tan bién: En Bután, por ejemplo, está prohibido exportar madera. Este año, por ejemplo, se batió un record al plantar casi 50.000 árboles en una hora.
Un hecho curioso acerca de las políticas de Bután es la de su transición casi directa a los vehículos eléctricos. Este pequeño reíno de los Himalayas ha firmado un contrato con Nissan para comercializar cientos de coches eléctricos en el mercado interno y sustituirlos por los suyos que van a fuel . Según el primer ministro de Bután, Tshering Tobgay, aseguró en una de sus charlas TEDx que "La promesa de su país al mundo es seguir teniendo una tasa de carbón negativo". No es un juramento para nada fácil, debido a la complicada situación geostratégica del país entre dos gigantes como la India y China, para uno de los países con menor Producto Interior Bruto del mundo.
La charla TEDX del primer ministro de Bután no tiene desperdicio.
Conocido por muchos como el
Shangrila en la Tierra, Bután fue el primer (y único) país en el
mundo en instautar la figura conocida como Indice de Felicidad Bruta (FNB); una aproximación holística a la producción económica del
país que busca anteponer el crecimiento entre la felicidad de su población al desarrollo más puramente enfocado a la economía. Lo cual parece estar dando resultados ambiguos en un país donde la educación y la sanidad son gratuitas, pero donde existe una gran demanda de importanciones entre la mayoría de la población.
Más relatos medioambientales en:
Comentarios
Publicar un comentario