Hay
cosas en este planeta que no nos podemos permitir perder para nuestra supervivencia
y la de nuestros hijos. Una de ellas es el glaciar de Thwaites; un coloso helado
del tamaño de Gran Bretaña, acuñado por muchos como “el glaciar del día final”
o el “glaciar más importante del planeta” por que contiene el hielo suficiente
como para hacer subir ½ metro en el agua en todo el planeta si se funde. Además,
es el responsable del 4% del aumento del mar anual, y los datos del satélite
muestran que se está fundiendo rápidamente.
Por
si eso no fuera poco, hay que tener en cuenta que el glaciar se aposenta en la capa
este del Antártida, una meseta helada del tamaño de Europa con el potencial
para subir el mar hasta 3 metros si se deshiela. Y es que la Antártida contiene hasta el 90%
de la reservas de agua fresca del planeta, algo que (de fundirse) aumentaríaentre 30 y 50 metros el nivel del mar en todo el globo; que ya no sería terráqueo
sino acuático. La preocupación es total y absoluta por que los efectos delCambio Climático están poniendo en jaque la vida del Thwaites.
Las leyes de la termodinámica y el mayor glaciar del mundo
El
calentamiento global está caldeando el agua del mar, y esta va fundiendo cada
vez más a los glaciares a medida que choca con sus helados precipicios. Los glaciares
acaban fundiéndose desde dentro. A media que las olas chochan con sus costas,
van perdiendo masa helada por debajo de su masa continental, generando una
pendiente entre el mar y su superficie helada. Ese el punto previo a su
colapso; cuando se abalanzan contra el mar en un violento estruendo que captura
las miradas del mundo entero.
Un estudio del Times advierte de la rápidez de la fundición de los glaciares.
El
glaciar de Thwaites está avanzando hacia ese punto. Puede que no sea durante
este siglo que su colapso ocurra, pero pasará dentro de los confines del
próximo siglo si el mar sigue calentándose como hasta ahora. El glaciólogo Tom
Holland, lo avisa: “los glaciares se están calentando desde dentro”. Ese
el fenómeno que genera el deshielo progresivo de las grandes sábanas continentales
de hielo que se está produciendo durante la última mitad de siglo. Entre las
consecuencias del Cambio Climático está el aumento de 1.5 grados en toda la temperatura
del planeta, y el contador sigue sumando.
Una cuestión no negociable
Parar
el deshielo del glaciar Thwaites no es negociable porque afectará al
conjunto de la población mundial. Te sorprendería lo poco que se sabe a día de
hoy sobre este coloso de hielo, pero entender lo que está pasando es esencial
para que los científicos sean capaces de predecir el aumento del mar de manera
precisa. Hay que tener en cuenta que la Antártida contiene el 90% del agua
fresca del mundo, y el 80% de ese hielo se encuentra en la zona del glaciar Thwaites.
Perder la Antártida sería como eliminar de un plumazo el punto donde se acumula
todo el agua del planeta.
El estado del glaciar Thwaites se está convertiendo en una prioridad mundial.
El
glaciar en sí es bastante grande, mide 192,000 kilómetros (para que te hagas unaidea el tamaño del Reino Unido), pero se va fundiendo cada año a ritmo de 3 kilómetros.
Aunque, a medida que se hacen más evidentes los efectos del Cambio Climático
aumenta la tasa de fundición del glaciar. El dióxido de carbono que se acumula
en la atmósfera genera calor que es absorbido por el océano. Este acaba en las
zonas polares del planeta donde choca con los glaciares para equilibrar la temperatura. Tal es el efecto del calentamiento global en uno de los puntos clave del planeta.
Ruleta rusa bajo el glaciar
Los
oceanógrafos advierten de que el caso del Thwaites, como el de los otros
glaciares, es imprevisible y puede llevar a consecuencias fuera de los modelos
de estudio. Debajo de la placa helada de esta ‘pequeña nación helada’ se están
produciendo también ríos internos que desembocan en el mar y producen la fragmentación del glaciar. Los desprendimientos son difíciles de predecir, y
forman una fragmentación del cuerpo continental de este cuerpo helado con
efectos difíciles de prever.
Los glaciares son parte del sistema de equilibrio climático, el termómetro del planeta.
En
2020, los investigadores descubrieron agua por debajo del glaciar por primera
vez. Estaba a 2º celsisus. Lo que significaba que debajo del Thwaite también hay
una fuente de calor que lo va fundiendo, no solo el impacto de las olas lo va
debilitando. Desde 1980, se calcula que el glaciar ha perdido 600 billones detoneladas de hielo. Todo debido a un intrincado juego de la naturaleza: el agua
del Pacífico se ha calentado 2º, y se ha ido aposentando en la superficie del
glaciar. Eso ha ido provocando que aparezcan grietas en los glaciares que a la larga van rompiendo el territorio helado, dando lugar a grietas y ruturas.
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