Si quieres ver
los efectos del Cambio Climático, vuela sobre un país tropical. Hace treinta
años, un amplio círculo de selva cubría mucho de América Latina, el este de
Asía y África. Hoy, está siendo brutalmente remplazado por grandes franjas de
plantaciones de palma, y plantaciones de caucho. Las tierras son limpiadas para
la producción de monocultivos de soja, expansiones de ciudades, presas y tala
de árboles.
El ser humano ha
estado deforestando los trópicos durante miles de años para recolectar madera y
tener espacio para la agricultura. Aunque ahora es diferente: estamos
asistiendo a la total transformación de la Tierra. Cada año, alrededor de 18
millones de hectáreas de bosques (un área del tramaño de Inglaterra y Wales) ha
caído. En los último 40 años, posiblemente hayan desparecido un bilón de
hectáreas de selva. Es el equivalente al tamaño de Europa. Los datos de los
satélites, además, avisan que en los próximos 15 años las cosas se pondrán peor
y aparecerán puntos calientes en zonas como Liberia o Camboya.
Los árboles son clave contra el CC
A medida que los
árboles se van, las posibilidades de relantizar o revertir el Cambio Climático se empequeñecen. La deforestación tropical causa dióxido de carbono (el gas que
más contribuye al efecto invernadero). Esto aumenta las temperaturas y conlleva
al Cambio Climático. La deforestación en Latinoamérica, Ásia y África puede
afectar a las lluvias en el medio oeste de Estados Unidos, Europa y China.
El consenso
entre los científicos atmosféricos del mundo es que alrededor del 12% de las
emisiones echas por el hombre (casi tanto como los 1.2 billones de coches y
otros transportes del mundo) viene de la deforestación; mayormente en área
tropicales. Conservar los bosques es crítico. El carbón atrapado en los 150
millones de hectáreas del Congo es crítico; ya que equivale a tres veces el número
de emisiones globales de ese gas.
¿Qué hacer
entonces? Las noticias positivas son que todos los países reunidos en la cumbre
de París de 2015 acordaron reducir las emisiones y mantener la temperatura
global por debajo de los 2º. Y haciendo esto, reconocieron que no será posible
hacer esto sin reducir, al menos, la deforestación tropical.
Las selvas son el último enclave de la vida salvaje en el planeta, con especies todavía por descubrir.
Los 50 o más
países desarrollados que comparten los bosques tropicales del planeta han
prometido su contribución y han prometido cortar la tala ilegal y resturar los
grandes bosques. Algunos países son muy ambiciosos con ese tema. China, Brasil,
Bolivia o Congo pusieron juntos unos objetivos que pueden proteger a 50
millones de hectáreas de bosques en los próximos 15 años; un área del tamaño de
España aproximadamente.
Indonesia, el
sexto país que más Co2 emite, ha prometido cortar sus emisiones un 29% cortando
la deforestación ilegal y restaurando 12 millones de hectáreas de suelo
forestal. Ecuador dice que planea recuperar 500, 000 de hectáreas de bosque
para 2017 e incrementar 100,000 hectáreas cada años. Honduras se ha
comprometido a restaurar 1 millón de hectáreas de bosque para 2030.
Si los países
del mundo se aferran a sus políticas y dejan que los bosques dañados se
recuperen, el Calentamiento Global podría ser reducido entren un 24% y un 30%.
Un paso enorme.
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