Una
charla TED con más de 4 millones de visitas asegura que podemos combatir la
desertificación mediante el aumento del consumo de carne. Para ello, nos urge a
poner a pastar animales de granja en los lugares más áridos del planeta con el objetivo
de crear suelos que absorban más metano y emitan menos gases de efecto invernadero.
Como puedes imaginarte, la idea ha sido tachada de salvajada por muchos,
quienes consideran a su creador, Allan Savory, poco más que un charlatán que ha
reunido cierta fama en los campos de África central. Veamos el meollo de la
cuestión.
Para
ello, Savory, apuesta a que imitemos a la naturaleza especialmente en las zonas
compuestas por humedales o pastos. Esta técnica evitaría, en teoría, la
descomposición de las plantas en materia orgánica como el metano, por ejemplo.
No han faltado sus detractores. “No importa cuantos milagros nos vendan las
redes sociales; nuestra capacidad para creer en ellas es casi ilimitada". El
afamado ecólogo, George Monbiot, escribía estás líneas para el diario The
Guardian hace escasos días. Quizás, nunca le perdono a Savory que dijera
haber encontrado la solución contra el Cambio Climático.
Acabar con el empobrecimiento del suelo
La
idea central de la charla de Savory es cómo luchar contra el empobrecimiento de
los suelos. Una situación que afecta sistemáticamente a la África natal de Allan;
donde el desierto se va extiendo cada vez más, ganándole espacio a los
cultivos, y a la vegetación salvaje. Para combatir esto, Savory propone introducir
pequeños grupos de rumiantes en los suelos más castigados, que contribuyan a
cambiar el ciclo de carbono en los suelos más maltratados.
Para Savory, es necesario utilizar técnicas que mimetizen la naturaleza si queremos sobrevivir.
En su criticada charla TED, Savoy proponía utilizar una charla inventada por él mismo, y llamada “manejo holístico de los cultivos” donde propone acabar con los suelos pobres mediante el uso de animales de ganando (que acabarían con las hierbas altas y defecarían minerales). El quid de la cuestión está en los grupos de algas verdes que se forman en los suelos desérticos. Para Savoy, son elementos que absorben los nutrientes del terreno y lo debilitan. La ciencia convencional, por otra parte, considera que su valor es muy alto ya que protegen al suelo de la erosión y absorben la humedad.
Las algas verde son el quid de la cuestión
Las
algas verdes son un increíble organismo que absorbe la humedad y compacta los suelos.
Estas maravillas unicelulares sobreviven en los entornos más secos del planeta
creando un subsuelo rico. Pueden atrapar la energía del sol y crear compuestos
ricos en carbono que aprovecharán las plantas para crecer. Esa fue una de las
principales objeciones que tuvo la conferencia de Savoy en Londres, donde aseguró
que su tratamiento holístico de los terrenos era la cura contra la
desertización del centro de África.
Se han convertido en uno de los elementos más importantes para repeler el calor.
Unos
3 billones de hectáreas se utilizan alrededor del mundo para ranchear animales
destinados a la industria cárnica. Según el Journal of Biodiversity, el 73% de
las tierras del planeta que son utilizadas para ‘producir’ carne sufren serios efectos de erosión y empobrecimiento. Es uno de los principales problemas que
tenemos de cara al Cambio Climático: los cárnicos salen caros. Difícilmente,
podremos recortar esa saturación de carbono que tiene nuestra atmósfera así,
manteniendo o incrementando los patrones que nos han llevado esta situación.
El consumo de carne sigue cotizando a la baja
A
pesar de las teorías de Savory, el consumo de carne es una de las principales
causas de deforestación en las selvas tropicales del planeta. Grandes empresas
ganaderas, como la brasileña JBS, o reyes del fast food como Macdonalds o Burguer King tienen sus explotaciones ramaderas en estas áreas. Son, sin duda,
varios de los grandes percursores de la desaparición de la Amazonía y de otros
grandes bosques fluviales en África.
El consumo de carne se ha convertido en uno de los principales motores del Cambio Climático.
La
carne que comemos tiene un impacto medioambiental muy alto. Contribuyen a la
degradación del suelo y los recursos hídricos, la pérdida de biodiversidad,
lluvia ácida, erosión de los corales y deforestación. En ningún lugar del mundo
esto es tan evidente como en el paradigma del Cambio Climático. La industria cárnicaes la responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero en
nuestro planeta. Esto es más que todas
la emisiones juntas de barcos, camiones, coches y otros transportes públicos
juntos.
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