Hace escasos días,
conocíamos la noticia de que el renombrado científico climático Konrad Steffen
moría ahogado en Groenlandía. Se trataba del director del Instituto Federal Suizo para los Bosques y la investigación del Territorio. Steffen llevaba 40
años documentando los efectos del calentamiento global en el Ártico, en la Antártida y en Groenlandía. Su muerte se atribuye al adelgazamiento de
la capa helada que conforma este continente austral, y de cuya supervivencia
dependemos todos ya que, en caso contrario, el nivel del mar aumentaría varios metros.
El
afamado científico climático murió, ahogado en el agua, cuando se dirigía a la
estación de investigación que el mismo había levantado hacia 30 años. El
incremento del deshielo en Groenlandía que tanto había denunciado fue la causa
de su muerte al colapsar una de las placas heladas cercanas a la estación.
Steffen cayó al agua tras esta rotura, ahogándose en el mar que corre bajo la isla helada. Paradójicamente, fue victima de aquello que tanto se había
afamado por denunciar: el calentamiento global. Su muerte deja un vacío inmenso
en la glaciología y casi 40 años de mediciones y estudios sobre el Cambio Climático.
Una nueva víctima del deshielo
"Koni"
como le llamaban los amigos murió al caer en una de las grietas que están
deshaciendo Groenlandia desde dentro. Si llegamos a ese umbral de aumento de 2º desde el inicio de la Revolución Industrial, el nivel del mar subirá hasta 2
metros en todo el planeta; lo que supondrá la migración forzosa para
entre 32 a 80 millones de personas. Se trata de una gran amenaza
para los flujos migratorios entre países que podría desencadenar éxodos en el África subsahariana o en la Latinoamérica andina.
La historia de Konrad Stephen está íntimamente ligada a la lucha contra el calentamiento.
La capa de hielo de Groenlandía solía medir alrededor de 1 kilómetro de grosor hasta principios de este nuevo siglo. Por eso están sorprendiendo tanto que el manto helado de Groenlandía se esté resquebrajando con tanta facilidad. La teoría imperante es que el aumento de la temperatura del mar está carcomiendo los glaciares desde abajo, provocando su rotura. Eso nos permitiría entender porque colapsó una placa de hielo bajo los pies de Konrad a pesar de encontrarse a casi 1150 metros de altura. Un giro irónico del destino para quien fue encargado de asesorar al Panel Internacional Sobre el Cambio Climático sobre el estado de los glaciares en el planeta.
Una voz viva del cambio de nuestro planeta
Steffen que construyó está estación de observación hace 30 años (y tuvo que afrontar varias renovaciones) a menudo dormía solo entre 3 o 4 horas. "Solía salir en medio de la noche para empezar con sus mediciones", recordaba Ryan Neely III, un estudiante suyo de la Universidad de Leeds. Konrad nació 1952 y se hizo con un doctorado en climatología por la universidad de Zurich (Suiza). En 1990, se convirtió en profesor de la misma disciplina para la Universidad de Colorado, para añis después dejarlo por el emergente Instituto Federal Suizo de Bosque, Nieve y estudio del terreno.
Groenlandía se está fundiendo, ese conocimiento es quizás el legado más significativo que nos pudo dejar Steffen. A medida que lo hace, añade 1 milimetro de agua cada año a los mares. Y el ritmo al que lo hace se está haciendo cada vez más rápido. Si toda la cobertura de hielo que contiene esta isla se fundiera, los mares del planeta aumentarían 6 metros. Como el propio Steffen apuntó, "la desparición de Groenlandía es el preludio al fin del Ártico".
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