En
la ya urgente batalla contra el #Cambio Climático (y en la
lucha por mejorar nuestras vidas) no tendremos mejor aliados que la
tecnología y la ética. Precisamente ahora, un grupo de científicos
chinos han lanzado al mercado un panel híbrido que absorbe los rayos
del sol sí, aunque también hace lo propio con la lluvia y el
viento de manera que se
mantendrán funcionando las 24 horas del día. Se trata de una
interesante mejora de la tecnología actual que permitirá a los
paneles generar energía constantemente y no solo cuando el astro rey
esté brillando en el firmamento.
Esta revolucionaria actualización de la tecnología de los paneles solares corre a cargo del equipo del profesor L. Zheng de la Universidad de Shangai. Su funcionamiento es bastante sencillo: a la ya típica fotoeléctrica de toda la vida, se le añade un nanogenerador eléctrico de grafeno. Pequeñas fibras del tamaño de un cabello que crean y almacenan energía mecánica ( que luego se transforma en eléctrica) cuando se expenden y contraen.
Una
solución para la crisis mundial
Después
de que el mercado de petróleo experimentara una subida del 10%
horas después del ataque con drones a la petrolera estatal saudí, Aramco. No son pocos quienes quieren ir
en busca de energía menos dañinas con el medioambiente y sujetas a
la enorme inflación a la que están sujetos los combustibles
fósiles. Gracias al desarrollo y abaratamiento de materiales
superconductores como el grafeno o el borofeno, ahora se pueden
desarrollar placas solares que no solo absorban la energía lumínica,
sino que también aprovechen la de la niebla y la lluvia.
La crisis energética provocada por los últimos atentados ha revivido viejos demonios.
“Las
células solares para todos los climas son la solución para la
crisis energética que se avecina”, aseguraron los científicos de
la Universidad Oceánica de Yunnan. Esta tecnología se basa en dos
elementos: una placa de grafeno enriquecido con un nanogenerador
eléctrico (que absorbe la energía de la lluvia) y una célula
fotoeléctrica para absorber la energía solar. Pero, ¿cómo se ha conseguido extraer energía de algo tan fino como una gota de lluvia? La respuesta es sofisticada, pero simple: cuándo la fina capa de grafeno entra en contacto con el agua de lluvia crea una diferencia energética con la capa inferior (la de la célula solar) que crea, primero, energía mecánica y luego eléctrica.
Células
para la libertad energética
Una
de las principales causas de las guerras en el mundo son la lucha por
las materias primas. El petróleo y sus derivados eran el recurso más
preciado del mercado mundial hasta principios de este año (según
The Economist se
ha convertido en el Big Data). Como es obvio, es una de las
principales causas de numerosas guerras en las últimas 3 décadas.
Su desaparición del mapa no solo ayudaría a evitar que la Tierra se
calentara más allá de los 1.5 grados de los Acuerdos de París,
sino que también ayudaría mitigar los conflictos mundiales.
La libertad y riqueza energética está ya muy cerca de cualquier manos.
Este nuevo tipo de células basadas en la bifuncionalidad (agua y lluvia) ha sido desarrollada por el profesor L.Zheng quien ha creado junto a su equipo de la Universidad de Suzhou (Shangai) y cuyo principio básico es obtener energía complementaría a través de la fricción que se dá entre dos placas cuando llueve. De esta manera, se puede generar una corriente eléctrica cuando las gotas de lluvia caen y generan un pulso energético que más tarde será convertido en electrones gracias a la fricción entre estas dos placas.
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