La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha dado el salto a la mayor en 3 millones de años; de acuerdo con un informe de la organización meteorológica de las Naciones Unidas. Se trataría del punto más álgido desde que el ser humano (o cualquiera de sus antepasados primates) ha vislumbrado nunca. La causa está en el aumento de la contaminación durante el año pasado, que habría disparado los niveles hasta límites nunca vistos (por humanos). La continua tendencia en la subida de gases como el metáno, el nitrógeno o el dióxido de carbono asegura que las futuras generaciones tengan un aumento de las temperaturas, clima más extremo, estrés en las mareas y aumento de la disrupción del clima.
Los comunidad científica ya ha avisado de que hay que cortar por la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero si queremos llegar a los objetivos del Acuerdo de París. Si pasamos de ese punto las cosas se van a poner realmente feas. El aumento de la concentración de los gases de efecto invernadero es "brutal" según noticias de The Guardian y traerá consigo un aumento de 2-3 grados de la temperatura y hasta 10 en el nivel del mar. Básicamente, podríamos a volver a ver los niveles de marea y temperatura que vivimos hace entre 3 y 5 millones de años (Alerta Spoiler: no tenemos la piel tan espesa como los mamuts).
Contaminación nivel Akira
Todo el problema acaba en la atmósfera: un informe de la organización climática del mundo avisa que la concentración de dióxido de carbono ha alcanzado 408 partes por millón; en subida desde los 405 puntos por parte des de 2017. Eso suma un 50 por ciento más alto que en 1750, antes de que comenzara la Revolución Industrial aupada en los hombros del carbón, el petróleo y el gas.
Desde 1990, el aumento de los gases efecto invernadero ha aumentado el poder calorífico de la atmósfera en un 43 por ciento. 4/5 partes de esa conversión se deben al Co2. Pero, las concentraciones de metáno y óxido nitroso, dos de los otros gases de efecto invernadero claves, también se han disparado desde 2018 a un nivel mucho más alto que la década pasada.
Barra libre de efecto invernadero
Estamos actuando con los gases de efecto invernadero como los borrachos con una fiesta de barra libre. Cuesta a bajo y sin frenos. El récord en el aumento de los gases de efecto invernadero es un cruel recordatorio del fracaso en el progreso de las energías límpias. Tenemos que parar, incluso están aumentando los gases de efecto invernadero", dijo Nick Mabey, jefe del think tank E3G. Para luego añadir: "No podemos negociar con el sistema climático. Hasta que no paremos las nuevas inversiones en combustibles fósiles y escalemos masivamente la energía verde, los riesgos de eventos catastróficos climáticos continuarán subiendo".
Los gases de efecto invernadero (GEI) siempre han estado presentes en la atmósfera de nuestro planeta, y son muy útiles ya que permiten que parte del calor que desprende la Tierra tras ser calentada por el Sol se pierda en el espacio. Es por ello que nuestra roca tiene una temperatura aceptable. Pero el equilibrio que ha existido durante miles de años se ha roto y la OMM tiene claro el responsable: "Hay múltiples indicios de que el aumento de los niveles atmosféricos de CO2 está relacionado con la quema de combustibles fósiles", es decir, con el empleo por parte del ser humano del carbón, el gas natural y el petróleo.
Miedo y asco en Gaia
Las cosas no pintan demasiado bién. Esta semana el parlamento europeo declaró la "emergencia climática". Una declaración para dejar constancia de que las cosas no van demasiado bién. De la empresa en la Euro amara nos quedará la petición de aumentar hasta un 55 por ciento el recorte en gases invernadero hasta 2030. Todo con el objetivo de poner el contador de carbono de 0 para 2050, respeto a los niveles de 1990.
Quizás sean cosas de la semántica, pero Greta Thunberg ya utilizaba ese término de "emergencia climática" durante sus huelgas por institutos de media Europa. Aúnque tampoco fue un partido fácil la verdad, la división del Parlamento Europeo amenazaba con rebajar el grado del conflicto hasta el de "urgencia". En esas estuvo el match donde los partidos nacionalistas de la Eurocamara aceptaban el "problema", pero no querían "causar el pánico".
Contaminación nivel Akira
Todo el problema acaba en la atmósfera: un informe de la organización climática del mundo avisa que la concentración de dióxido de carbono ha alcanzado 408 partes por millón; en subida desde los 405 puntos por parte des de 2017. Eso suma un 50 por ciento más alto que en 1750, antes de que comenzara la Revolución Industrial aupada en los hombros del carbón, el petróleo y el gas.
El carbón,
invitado estelar a esta tragicomedia fue clave para la Rev. Industrial.
Desde 1990, el aumento de los gases efecto invernadero ha aumentado el poder calorífico de la atmósfera en un 43 por ciento. 4/5 partes de esa conversión se deben al Co2. Pero, las concentraciones de metáno y óxido nitroso, dos de los otros gases de efecto invernadero claves, también se han disparado desde 2018 a un nivel mucho más alto que la década pasada.
Barra libre de efecto invernadero
Estamos actuando con los gases de efecto invernadero como los borrachos con una fiesta de barra libre. Cuesta a bajo y sin frenos. El récord en el aumento de los gases de efecto invernadero es un cruel recordatorio del fracaso en el progreso de las energías límpias. Tenemos que parar, incluso están aumentando los gases de efecto invernadero", dijo Nick Mabey, jefe del think tank E3G. Para luego añadir: "No podemos negociar con el sistema climático. Hasta que no paremos las nuevas inversiones en combustibles fósiles y escalemos masivamente la energía verde, los riesgos de eventos catastróficos climáticos continuarán subiendo".
La minería a cielo abierto es una de las
caras más desagradables de los fósiles.
Los gases de efecto invernadero (GEI) siempre han estado presentes en la atmósfera de nuestro planeta, y son muy útiles ya que permiten que parte del calor que desprende la Tierra tras ser calentada por el Sol se pierda en el espacio. Es por ello que nuestra roca tiene una temperatura aceptable. Pero el equilibrio que ha existido durante miles de años se ha roto y la OMM tiene claro el responsable: "Hay múltiples indicios de que el aumento de los niveles atmosféricos de CO2 está relacionado con la quema de combustibles fósiles", es decir, con el empleo por parte del ser humano del carbón, el gas natural y el petróleo.
Miedo y asco en Gaia
Las cosas no pintan demasiado bién. Esta semana el parlamento europeo declaró la "emergencia climática". Una declaración para dejar constancia de que las cosas no van demasiado bién. De la empresa en la Euro amara nos quedará la petición de aumentar hasta un 55 por ciento el recorte en gases invernadero hasta 2030. Todo con el objetivo de poner el contador de carbono de 0 para 2050, respeto a los niveles de 1990.
¿Estás de acuerdo con llamar a la situación climática “emergencia”?
Quizás sean cosas de la semántica, pero Greta Thunberg ya utilizaba ese término de "emergencia climática" durante sus huelgas por institutos de media Europa. Aúnque tampoco fue un partido fácil la verdad, la división del Parlamento Europeo amenazaba con rebajar el grado del conflicto hasta el de "urgencia". En esas estuvo el match donde los partidos nacionalistas de la Eurocamara aceptaban el "problema", pero no querían "causar el pánico".
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